Soñar, creer y lograr: mi historia familiar y profesional
Soñar, creer y lograr: mi historia familiar y profesional
Mi familia, mi punto de partida
Normalmente con mi familia comparto muchísimos momentos importantes. Ellos son el pilar principal de mi vida, las personas que me enseñaron el valor del respeto, la unión y la confianza. Gracias a ellos tengo un espacio donde puedo ser yo mismo, convivir sin miedo y tomar decisiones que considero correctas, sabiendo que siempre tendré su apoyo. Puedo confiar en ellos sin importar cuál sea mi problema o preocupación, porque sé que detrás de cada consejo o palabra hay amor y comprensión.
Mi familia, como todas, se ha ido formando poco a poco con el paso del tiempo. Todo comenzó con mis abuelos, quienes se conocieron en una época que muchos recuerdan como más sencilla, pero llena de esfuerzo y esperanza. Años después, mis padres se conocieron a través del trabajo. Su primer encuentro fue muy positivo y, aunque tuvieron que enfrentar dificultades económicas y situaciones como el fallecimiento de mi hermana pequeña cuando era menor, supieron mantenerse unidos y salir adelante juntos.
De parte de mi padre y de mi madre conozco poco sobre algunas ramas de la familia, lo que hace que valore aún más la historia de las últimas generaciones, esas que me han permitido ver de cerca el esfuerzo, la superación y la importancia de estar unidos. A lo largo de los años, hemos enfrentado momentos difíciles, sobre todo en lo económico, pero también hemos vivido muchas alegrías y oportunidades, como la de contar con un hogar propio, algo que representa el fruto del trabajo y la dedicación de todos.
Cada experiencia, buena o mala, ha fortalecido nuestra unión. Y aunque a veces el camino no ha sido fácil, mi familia sigue siendo el lugar donde encuentro apoyo, fuerza y motivación para seguir construyendo mi futuro.
Desde hace muchos años mi familia decidió establecerse en Madrid, aunque una parte, como la familia de mi mamá, proviene de municipios cercanos como Facatativá. Por el lado de mi papá, su familia llevaba más tiempo viviendo en Madrid, así que al final tomaron la decisión de quedarse completamente aquí. Lo hicieron por varias razones: había mejores oportunidades para conseguir un hogar propio, mantener una buena relación con la familia de mi padre y, sobre todo, ofrecerme una mejor educación.
En cuanto a mis estudios, mis padres pensaron que lo mejor era empezar con una educación privada. Por eso me inscribieron en una escuela católica, donde no solo tuve una buena formación académica, sino que también pude conocer aspectos de la religión que antes no había explorado. La idea inicial era continuar en colegios privados durante el bachillerato, pero con la pandemia y los cambios económicos que trajo, decidieron pasarme a un colegio público.
Esa decisión resultó ser muy buena, ya que el colegio tenía excelentes recomendaciones y ofrecía una educación de calidad. Además, contaba con una media técnica, lo que me dio la oportunidad de graduarme con una especialidad, algo que considero una gran ventaja para mi futuro académico y laboral.
Mirando hacia el futuro
Pensando en los próximos 5 o 10 años, mi idea es seguir estudiando y preparándome para lo que quiero hacer más adelante. Aún no tengo muy claro qué carrera voy a estudiar, pero me gustaría algo que tenga que ver con el diseño y los videojuegos, porque son cosas que me llaman mucho la atención. Me gusta la idea de poder crear, diseñar personajes o escenarios, o incluso aprender sobre animación y dibujo digital. Siento que ese tipo de cosas me permitirían usar mi creatividad y trabajar en algo que realmente disfrute.
También me gustaría, en unos dos años, empezar a hacer cursos de inglés u otros idiomas que me puedan servir para mi carrera. Aprender otro idioma me parece muy importante, ya que abre muchas oportunidades y me ayudaría a comunicarme con más personas o incluso a trabajar con gente de otros países.
En lo personal, quiero seguir conociéndome, aprender a ser más independiente y tomar decisiones por mi cuenta. Por ahora no pienso en tener hijos ni en formar una familia, porque quiero enfocarme en estudiar, en cumplir mis metas y en construir mi propio futuro.
Todavía no tengo muy claro de qué voy a vivir, pero sí me gustaría que fuera de algo que me guste, tal vez relacionado con el diseño o la creación de videojuegos. Sé que puede ser un camino difícil, pero estoy dispuesto a esforzarme para lograrlo. Lo que más quiero es que, en unos años, pueda mirar atrás y sentirme orgulloso de lo que logré con mi propio trabajo.
Triunfar a mi manera
Cuando pienso en cómo quiero estar a los 30 años, mi principal meta es alcanzar el éxito, pero no solo en lo económico, sino también en lo personal. Me gustaría llegar a esa edad con más madurez, con la experiencia suficiente para tomar buenas decisiones y sentir que aproveché todas las oportunidades que tuve.
Obviamente, una de mis metas es formar una familia, tener hijos y poder darles una vida estable, tal como mis padres lo han hecho conmigo. También sueño con tener una casa propia, un lugar que represente todo mi esfuerzo y los logros que haya conseguido.
En cuanto a lo profesional, me gustaría llegar a trabajar en algo que realmente me apasione, como ser animador digital, programador o creador de concept arts en una empresa indie de videojuegos. Me parece increíble la idea de poder combinar el arte, la tecnología y la creatividad en un mismo trabajo. Siento que ese tipo de cosas son las que realmente me harían feliz y me permitirían crecer como persona.
Para mí, el éxito no se trata solo de tener dinero, sino de poder mirar atrás y estar orgulloso de todo lo que logré con mi propio esfuerzo. Mi idea es triunfar en todos los sentidos: en mi trabajo, en mi vida personal y en mi forma de ser.
Mirando todo lo que he contado, me doy cuenta de que cada parte de mi vida tiene un significado importante. Mi familia ha sido el punto de partida de todo, las personas que me han enseñado a ser fuerte y a no rendirme. Gracias a ellos he aprendido que, aunque haya momentos difíciles, siempre se puede seguir adelante.
También he entendido que el futuro no se trata solo de tener todo planeado, sino de aprender, crecer y descubrir qué camino quiero seguir. En los próximos años quiero seguir formándome, aprendiendo idiomas, explorando el diseño y los videojuegos, y encontrando lo que realmente me apasione.
A largo plazo, mi sueño es alcanzar el éxito, pero no solo por el dinero, sino por sentirme feliz y orgulloso de lo que he logrado. Quiero trabajar en algo que me guste, formar una familia y vivir tranquilo, sabiendo que todo lo que tengo lo construí con esfuerzo.
Mi historia apenas está comenzando, pero cada paso que doy me acerca un poco más a la vida que quiero tener.
Además, cuento con personas que me apoyan y ayudan siendo, además me dan su confianza con la que me siento muy agradecido, es un camino largo pero nunca esta demás tener una pequeña ayuda que alguien te puede dar tanto en las buenas como en las malas.







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